Los hombres abandonan el trabajo: aquí es donde las cifras son más altas

Es fácil encontrar estadísticas sobre lo bien que va el mercado laboral, pero si se rasca debajo de la superficie se encuentra un número creciente de hombres que abandonan la fuerza de trabajo.
© Kai Dahms / Unsplash
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Los últimos años se han caracterizado por el descenso de las tasas de la desocupación en Estados Unidos, Reino Unido y gran parte de Europa. Aunque estas cifras ilustran la solidez del mercado laboral, también pueden ocultar otras facetas, como las personas que no están empleadas ni buscan trabajo.

Según las proyecciones de la OIT, la tasa de inactividad entre los hombres aumentará hasta el 40% en el sur de Europa en 2020, una de las más altas del mundo, superando la tasa de los países del Grupo de los 20 (G20), donde se prevé que aumente hasta una cuarta parte.

La gente no trabaja por muchas razones, algunas electivas, como los estudios o la jubilación, y otras impuestas, como la enfermedad o el cuidado de un familiar, y la tasa está influida por una serie de factores culturales y económicos. Aun así, la evolución de las cifras puede ofrecer una valiosa perspectiva sobre los cambios demográficos y el futuro del trabajo.

Es interesante separar los datos por sexos, ya que las diferencias de participación siguen siendo grandes en muchas partes del mundo, mientras que el aumento de las oportunidades para las mujeres ha contribuido a reducir las tasas de inactividad en otros lugares. Por ejemplo, en Europa Occidental, la tasa de inactividad femenina se reducirá al 46% en 2020 desde el 55% de 1990.

Por el contrario, la proporción de hombres inactivos aumentará en todas las regiones, según las proyecciones de la OIT, estimándose que la tasa más baja, del 19%, se encuentra en África Oriental, zona que incluye Etiopía, Kenia, Ruanda y Tanzania.

Aunque algunas de las razones que explican el aumento de las tasas de inactividad son positivas (vivir más tiempo, jubilarse antes o seguir estudiando durante un periodo prolongado), el cambio también conlleva algunos retos, ya que puede reducir la proporción de personas que están empleadas en comparación con las que no lo están.

Según Eurostat, la jubilación es la razón más frecuente citada por los hombres europeos para estar fuera del mercado laboral, mientras que la segunda es la enfermedad o la discapacidad.

La clasificación por categorías de edad muestra el papel que desempeña la demografía, ya que se prevé que aproximadamente el 8% de los hombres de entre 25 y 54 años de la Unión Europea serán inactivos en 2020, al igual que otros países de renta alta.

Entre los hombres de 55 a 64 años, se prevé que la tasa de la UE sea del 31%, frente al 29% de América del Norte y el 26% del G20.

Todos estos factores apuntan a un aumento de los índices de dependencia laboral y eso, a su vez, plantea cuestiones sobre si la gente querrá o necesitará trabajar durante más tiempo y sobre cómo se distribuyen los recursos. La edad media de la población activa será superior a los 40 años en muchas partes del mundo en 2020, según las proyecciones de la OIT, que van desde los 31 años en Níger y Afganistán, hasta los 48 en las Islas Vírgenes de Estados Unidos y los 47 en Japón.

Dotar a los trabajadores de más edad de las competencias adecuadas es esencial, ya que, según la OCDE, el 40 % de los empleos creados entre 2005 y 2016 fueron en sectores intensivos en tecnología digital.

Los continuos cambios demográficos ponen de manifiesto la necesidad de contar con suficientes puestos de trabajo para mantener en activo a quienes quieren o necesitan trabajar.

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