El análisis, que examina la remuneración, la participación en la gestión y las oportunidades para las mujeres jóvenes, pone de relieve los retos a los que nos enfrentamos en el Día Internacional de la Paridad en el Trabajo, cuyo objetivo es defender el valor de la diversidad y concienciar sobre la persistente desigualdad en el lugar de trabajo.
Los datos de ILOSTAT muestran la lamentable realidad de que las mujeres se enfrentan a demasiadas barreras en el mercado laboral. Hay mucho trabajo por hacer para cerrar las brechas de género y mejorar el entorno para las generaciones actuales y futuras.
Rafael Diez de Medina, Jefe de Estadística de la OIT Tweet
Aunque la mayoría de nosotros sabemos que las mujeres suelen cobrar menos que los hombres en la misma ocupación, los datos de ILOSTAT muestran dónde son mayores las diferencias. La brecha salarial media entre hombres y mujeres en 115 países con datos disponibles es del 14% a favor de los hombres. Y las ocupaciones en las que predominan los hombres tienen primas salariales aún mayores para ellos. Por ejemplo, el 73% de los directivos y el 77% de los trabajadores de artesanía y comercio son hombres, según las estimaciones de la OIT, y estos son los dos grupos profesionales en los que los hombres disfrutan de las mayores primas salariales.
Techo de cristal
En todo el mundo hay muchas menos mujeres que hombres en los puestos de dirección, y los avances en este ámbito desde el cambio de siglo han sido prácticamente inexistentes.
Las mujeres representan el 39% de los empleados del mundo, según estimaciones de la OIT, pero sólo el 27% de los trabajadores directivos, y ese porcentaje de mujeres directivas apenas ha cambiado en dos décadas.
En 2018, la proporción de mujeres directivas fue más alta en América Latina y el Caribe, con un 39%, y en América del Norte y Europa, con alrededor del 37%. Asia occidental y el norte de África registraron los porcentajes más bajos, con solo un 12%.
Comienzo rocoso
Aunque se ha debatido mucho sobre el cierre de las brechas de género y la mejora del medio ambiente para las generaciones actuales y futuras, los datos aún no lo confirman. Las mujeres jóvenes de todo el mundo se quedan habitualmente atrás.
Las mujeres de entre 15 y 24 años tienen más probabilidades de estar desempleadas que los hombres de la misma edad, con grandes diferencias en algunas partes del mundo. En los Estados árabes, la tasa de desocupación para las mujeres jóvenes ha sido aproximadamente el doble que la de los hombres jóvenes a lo largo de la última década.
También hay una tasa de inactividad mucho más alta para las mujeres jóvenes que para los hombres jóvenes en todas las regiones, y hay más mujeres jóvenes que no están en ocupación, educación o formación (NEET), especialmente en las zonas rurales. A nivel mundial, la tasa de NINI de los jóvenes fue del 30% para las mujeres, en comparación con el 13% para los hombres, según las estimaciones de la OIT para 2018.
En algunos países, esta brecha en la participación en el mercado laboral se debe a las normas culturales y de género restrictivas, que dejan a las mujeres más limitadas en cuanto a sus opciones de buscar trabajo remunerado ocupación, según el informe Tendencias de las Mujeres de la OIT.
Estas cifras ofrecen una instantánea de lo mucho que les queda por recorrer a las mujeres para alcanzar la igualdad en el mercado laboral, sobre todo a las jóvenes.
El Día Internacional de la Paridad en el Trabajo llega a su tercer año, tras comenzar en 2017, una señal de que estas cuestiones están ganando protagonismo. No obstante, las estadísticas deberían hacer reflexionar a los responsables políticos al mostrar cómo las mujeres de todo el mundo siguen enfrentándose a barreras en el mercado laboral a lo largo de su vida laboral.