La principal fuente de estadísticas laborales

Productores de alimentos de subsistencia: la importancia de hacer visible su trabajo

En el Día Mundial de la Seguridad Alimentaria, la OIT analiza el trabajo de los productores de alimentos de subsistencia, según las normas estadísticas internacionales mejoradas.

El Día Mundial de la Seguridad Alimentaria, que se celebra cada año el 7 de junio, nos recuerda que garantizar el acceso universal a cantidades suficientes de alimentos inocuos es clave para el desarrollo sostenible y el bienestar. Los productores de alimentos de subsistencia, que cultivan alimentos para el consumo de su familia sin excedentes o con escasos excedentes para la venta, representan una parte importante de la producción mundial de alimentos y, por tanto, desempeñan un papel crucial en los esfuerzos por alcanzar la seguridad alimentaria.

La mayoría de las explotaciones agrícolas del mundo son pequeñas explotaciones (84%) de menos de dos hectáreas y contribuyen más a la producción mundial de alimentos que las explotaciones de cualquier otro tamaño. Las explotaciones de menos de dos hectáreas son responsables de entre el 28% y el 31% de la producción mundial de cultivos y de entre el 30% y el 34% del suministro mundial de alimentos, mientras que cubren alrededor del 24% de la superficie mundial cosechada. Las pequeñas explotaciones tienen mayor intensidad de cultivo o mayores rendimientos que las explotaciones más grandes porque son las que destinan la mayor parte de sus cosechas (entre el 55% y el 59%) a la alimentación. Aunque muchas pequeñas explotaciones están orientadas al mercado, muchas otras se dedican a la agricultura de subsistencia.

La prevalencia de la agricultura de subsistencia suele ir asociada a un bajo nivel de desarrollo y una elevada tasa de pobreza. Aunque las pequeñas explotaciones agrícolas de subsistencia pueden lograr buenos rendimientos, tienden a basarse en técnicas tradicionales que requieren mucha mano de obra, lo que se manifiesta en una productividad laboral reducida. La agricultura de subsistencia también suele estar vinculada a unos recursos de capital limitados, un valor añadido reducido, limitaciones en materia de organización, voz y representación, y una fuerte vulnerabilidad a los riesgos climáticos y las plagas. En este sentido, la mejora del acceso a los mercados y al crédito de los agricultores de subsistencia se considera a menudo un motor del desarrollo sostenible, pero para diseñar políticas eficaces y llevar a cabo investigaciones de impacto en este sentido se necesitan estadísticas sólidas, oportunas y fiables sobre los agricultores de subsistencia y su producción.

Hasta 2013, la definición internacional de la ocupación abarcaba no solo a las personas que trabajaban por cuenta ajena o con ánimo de lucro, sino también a las que realizaban algunos tipos de trabajo de producción por cuenta propia (como la agricultura de subsistencia) y otros tipos de trabajo no remunerado. Por lo tanto, era muy difícil, si no imposible, distinguir a los agricultores de subsistencia de los trabajadores asalariados y analizar sus características por separado de forma coherente y sistemática. Afortunadamente, en 2013, la 19.ª Conferencia Internacional de Estadísticos del TrabajoCIET) adoptó la Resolución relativa a las estadísticas del trabajo, la ocupación y la subutilización de la fuerza de trabajo que precisó la definición de la ocupación para referirse únicamente al trabajo remunerado o lucrativo e introdujo un marco de formas de trabajo con cinco formas de trabajo (trabajo de producción de uso propio, la ocupación, el trabajo en prácticas no remunerado, el trabajo voluntario y otras actividades laborales), permitiendo y promoviendo así la medición separada de la participación en las diferentes formas de trabajo y la situación de las personas implicadas. El impacto de esta resolución en los indicadores clave del mercado laboral puede evaluarse con esta herramienta de visualización. Hasta la fecha, más de 120 países han implementado las normas de CIET 19ª CIET en su principal fuente oficial de estadísticas laborales (normalmente, la Encuesta de Población Activa).

La 19ª resolución CIET también definió a los productores de alimentos de subsistencia como todos aquellos que realizaban algún trabajo para producir alimentos procedentes de la agricultura, la pesca, la caza o la recolección para contribuir al sustento del hogar o la familia (excluidas las actividades recreativas o de ocio), reconociendo que constituyen un subgrupo importante de personas en el trabajo de producción de uso propio para los responsables políticos y los analistas.

Gracias a la mejora de las normas estadísticas internacionales, ahora podemos saber más sobre los productores de alimentos de subsistencia, su prevalencia, sus características y su participación (simultánea) en la ocupación. Este blog resume estos nuevos datos estadísticos.

Participación en la producción de alimentos de subsistencia en todo el mundo

Aunque más de 120 países ya han aplicado la 19ª resolución CIET , la escasa prevalencia de la producción de alimentos de subsistencia en muchos de ellos (sobre todo en los países de renta alta) implica que no se dispone de estimaciones fiables sobre esta actividad para todos los países que han aplicado estas normas.

Los datos disponibles para 35 países muestran una gran variabilidad en la prevalencia de la producción de alimentos de subsistencia en todo el mundo. La proporción de la población en edad de trabajar que participa en esta actividad (tenga o no también un trabajo remunerado) oscila entre menos del 5% en algunos países (como Comoras y Madagascar) y más de la mitad en otros (como Malawi, Nepal, Niue y Vietnam). Esta gran variabilidad entre países refleja la diversidad de los contextos locales, pero también puede estar influida por las diferencias en el diseño del cuestionario de la encuesta y los criterios operativos utilizados para medir la producción de alimentos de subsistencia.

La media no ponderada de estos 35 países indica que alrededor del 26% de la población en edad de trabajar participa en la producción de alimentos de subsistencia, lo que pone de relieve la importancia de esta actividad para la subsistencia de las personas en muchos contextos.

Como era de esperar, los datos confirman que la producción de alimentos de subsistencia es más frecuente en las zonas rurales. La tasa de participación en la producción de alimentos de subsistencia es mayor en las zonas rurales que en las urbanas en todos los países sobre los que se dispone de datos, excepto en uno (las Comoras, donde la diferencia es mínima).

Asimismo, en 18 de los 35 países sobre los que se dispone de datos (en torno al 51%), la proporción de la población en edad de trabajar que participa en la producción de alimentos de subsistencia es mayor entre las mujeres que entre los hombres. Aunque en muchos de estos países la brecha de género en esta tasa de participación no es amplia, en algunos otros (como Bangladesh, Niue, Samoa, Tonga y Zambia) supera los 15 puntos porcentuales, pero no siempre en la misma dirección.

La producción de alimentos de subsistencia y la ocupación

Las tasas de participación en la producción de alimentos de subsistencia mencionadas anteriormente se refieren a todas las personas que participan en esta actividad, independientemente de que estén también (simultáneamente) en la ocupación o no. Estos porcentajes de participación total son muy reveladores, ya que informan sobre el alcance total de las actividades de producción de alimentos de subsistencia.

Sin embargo, también es interesante analizar los vínculos entre la ocupación y la producción de alimentos de subsistencia, la tendencia a participar simultáneamente en ambas y las compensaciones entre la participación en una y otra.

Una vez más, los datos disponibles muestran una gran variabilidad entre países. Mientras que en algunos países (como Afganistán y Gambia) casi todos los productores de alimentos de subsistencia no tienen empleo, en muchos otros (como Uganda, Zambia y Zimbabue) la gran mayoría de ellos sí tiene un trabajo remunerado.

Cabe señalar que la proporción de productores de alimentos de subsistencia que no están en la ocupación es mayor para las mujeres que para los hombres en 24 de los 28 (86%) países que disponen de datos, lo que refleja que la tradicional brecha de género en la participación en la ocupación también persiste entre los productores de alimentos de subsistencia.

En 29 de los 37 países sobre los que se dispone de datos (78%), más de la mitad de la población en edad de trabajar está empleada o es productora de alimentos de subsistencia (o ambas cosas). En Afganistán, Antigua y Barbuda, Armenia y Bangladesh, más de tres cuartas partes de la población en edad de trabajar se dedica a una de estas dos actividades (o a las dos simultáneamente). Sólo en dos países (Islas Cook y Costa de Marfil), la proporción de la población en edad de trabajar que se dedica a la ocupación es inferior a la que se dedica a la producción de alimentos de subsistencia (y no la ocupación), lo que pone de manifiesto el papel central de la producción para uso propio en los medios de subsistencia de la población de estos países.

En algunos contextos, las conmociones económicas que afectan a la ocupación y otras conmociones que afectan a la seguridad alimentaria pueden llevar a las personas a recurrir a participar (o a participar más) en la producción de alimentos de subsistencia, especialmente en países donde esta actividad ya es habitual. Por ejemplo, cuando se produjo la pandemia de Covid-19 y todas las restricciones de actividad y movilidad para contenerla, se produjo una pérdida masiva de la ocupación, pero en algunos países, como Botsuana y Uganda, al tiempo que disminuía la ocupación , aumentaba la participación en la producción de alimentos de subsistencia. La antigua definición de la ocupación ocupación, que incluía a los productores de alimentos de subsistencia, habría pasado por alto esta tendencia matizada del mercado laboral.

Asimismo, la identificación por separado de los productores de alimentos de subsistencia y el estudio de sus características son cruciales para fundamentar la elaboración de políticas en el contexto de una transformación estructural (como el fomento de la diversificación rural).

Otras actividades de producción para uso propio

La producción de alimentos de subsistencia abarca una serie de actividades diferentes, como la transformación de alimentos para su almacenamiento, la agricultura de subsistencia, la pesca de subsistencia y la caza de subsistencia. Además, la producción de alimentos de subsistencia es sólo un subconjunto de la producción de bienes para uso propio. La producción para uso propio puede referirse a la producción, para consumo final del productor o de su familia u hogar, de bienes o servicios. La producción de bienes para uso propio también incluye una amplia gama de actividades, como la producción de alimentos de subsistencia, la recogida de leña, la construcción o reparación de la vivienda propia y la fabricación de bienes específicos para uso propio.   

Lograr una cobertura completa de toda la producción de bienes de uso propio en una recopilación estadística como una encuesta de población activa requiere varias preguntas, lo que aumenta la carga para los encuestados. Así pues, es necesario encontrar un equilibrio entre, por un lado, la necesidad de conocer la participación en actividades detalladas dentro de la producción de bienes de uso propio y, por otro, las limitaciones de recursos, la preocupación por la exactitud de las respuestas y el riesgo de fatiga de los encuestados. La OIT ha elaborado un modelo de contenido de cuestionario para promover la medición exhaustiva de la producción de bienes de uso propio mediante el uso de categorías amplias de actividades de producción de bienes de uso propio, recomendando que los países adapten la selección en función de su contexto local, incluidas las actividades que se sabe que son más comunes, el diseño de la muestra, la disponibilidad de recursos para la compilación estadística, las necesidades de datos para la información sobre actividades detalladas, etc.

En el cuadro siguiente se resume el número de personas que participan en cada actividad general dentro de la producción de bienes para uso propio, a saber, la recogida de leña, la obtención de agua, la construcción o reparación de la vivienda propia, la fabricación de otros bienes para uso propio y la producción de alimentos de subsistencia (y dentro de esta última, la transformación de alimentos para su almacenamiento, la agricultura de subsistencia, la pesca de subsistencia y la caza de subsistencia).

Infrautilización laboral de los productores de alimentos de subsistencia

Al permitir la identificación por separado de los productores de alimentos de subsistencia, las normas estadísticas internacionales mejoradas permiten no sólo comprender su magnitud, sino también su situación y características. Como se ha visto anteriormente, muchos productores de alimentos de subsistencia pueden estar empleados (es decir, realizar un trabajo remunerado además de su actividad productiva de autoconsumo). Es más, algunos de ellos pueden estar en situación de subempleo relacionado con el tiempo, lo que significa que, aunque tienen un trabajo remunerado además de su actividad de producción de alimentos de subsistencia, este trabajo cubre menos horas de las que desearían y para las que están disponibles (lo que incluso puede ser la razón de que algunos de ellos participen en la producción de alimentos de subsistencia). Asimismo, entre los productores de alimentos de subsistencia que no están empleados, puede haber algunos deseosos de acceder a una actividad laboral remunerada, es decir, con una necesidad insatisfecha expresa de la ocupación. De hecho, los productores de alimentos de subsistencia que no están la ocupación pueden estar la desocupación si están disponibles para la ocupación y la ocupación buscan, o en la mano de obra potencial si están disponibles pero no la buscan o la buscan pero no están disponibles.

Era conceptualmente imposible analizar estos detalles sobre la participación simultánea de los productores de alimentos de subsistencia en la ocupación y su necesidad insatisfecha de la ocupación cuando la antigua definición de la ocupación agrupaba el trabajo remunerado, la producción de alimentos de subsistencia y otras actividades de uso propio y no remuneradas.

De hecho, los datos disponibles sobre 32 países muestran que los productores de alimentos de subsistencia tienen una mayor tendencia a la subutilización de la fuerza de trabajo que el resto de la población en edad de trabajar. En el 72% de los países sobre los que se dispone de datos, la tasa compuesta de la subutilización de la fuerza de trabajo trabajo (que abarca el subempleo relacionado con el tiempo, la desocupación y la mano de obra potencial) es mayor entre los productores de alimentos de subsistencia que entre el resto. Si nos centramos en los hombres, la proporción sigue siendo la misma (los hombres dedicados a la producción de alimentos de subsistencia tienen tasas de la subutilización de la fuerza de trabajo la subutilización de la fuerza de trabajo la subutilización de la fuerza de trabajo más altas que el resto en el 72% de los países con datos), mientras que disminuye ligeramente en el caso de las mujeres (las mujeres dedicadas a la producción de alimentos de subsistencia tienen tasas de la subutilización de la fuerza de trabajo trabajo más altas que el resto en el 66% de los países con datos).

Observaciones finales

La mejora de las normas estadísticas internacionales ha permitido conocer mejor a los productores de alimentos de subsistencia, su número, situación, características y papel en las sociedades y la economía. Todo esto es crucial para los responsables políticos, investigadores y analistas que buscan mejorar el bienestar y las condiciones de trabajo de todos, sin dejar a nadie atrás. Este blog ha proporcionado una primera instantánea de la participación de las personas en la producción de alimentos de subsistencia a partir del estudio del número de personas que participan en esta actividad, su participación simultánea en la ocupación y su la subutilización de la fuerza de trabajo.

Sin embargo, la intensidad de la participación en la producción de alimentos de subsistencia puede variar mucho de una persona a otra. De hecho, la magnitud de esta intensidad puede influir en las posibilidades de participación simultánea en la ocupación, la disponibilidad para la ocupación y las actividades de búsqueda de empleo. Así pues, para una mayor comprensión, el estudio de las tasas y cifras de participación debe complementarse con el análisis de las horas dedicadas a la producción de alimentos de subsistencia y los volúmenes de producción.

Además, para comprender mejor la situación de los productores de alimentos de subsistencia, el análisis también debería reflejar su acceso (o la falta del mismo) a los mercados y a los factores de producción, así como las posibles dimensiones relacionadas con el género y la edad.

Autor

  • Rosina Gammarano

    Rosina es Estadística Laboral Senior en la Unidad de Normas y Métodos Estadísticos del Departamento de Estadística de la OIT. Apasionada por abordar la desigualdad y las cuestiones de género y por utilizar los datos para arrojar luz sobre los déficits de trabajo decente, es autora recurrente del Blog de ILOSTAT y del Spotlight on Work Statistics. Tiene experiencia previa en la Unidad de Producción y Análisis de Datos del Departamento de Estadística de la OIT y en el equipo del Coordinador Residente de las Naciones Unidas en México.

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